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"a la hora de la siesta todos dormían"



 Ese silencio de fin del mundo
cuando parece que alguien ha pulsado el pause
y rompes la monotonía de mi silencio
y en susurros desgarras las horas de la siesta
con promesas y lujurías y deseos concedidos
conviertiendo sueños en realidades fugaces
pero tan reales
que su recuerdo calienta mis pies
y aletea en mis pestañas
contra el frío de los días laborables
haciendome añorar las siestas que no dormimos
cuando podemos robarle al tiempo
cada segundo que pasamos juntos.