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"donde la ló(gi)ca acababa ahorcándose con los cordones de las zapatillas, incapaz hasta de rechazar la incongruencia erigida en ley"
 
 
 
inconcruencias que atacan toda lógica posible
hasta casi hacernos dudar,
amontonando mentiras
a los pies de las certezas que creímos tener
y que perdimos,
juntos con los cordones de las zapatillas.
 
y este tener que bailar
descalza con un alcaucil en cada mano...
 
estos malabarismos en los que las dudas
se mezclan con los miedos
y los deseos entrevistos
y este no saber ya lo que sabemos
lo que supimos
y lo que quisimos creer...
 
(es duro renunciar a creer que una flor
puede ser hermosa para la nada;
es amargo aceptar que se puede bailar 
en la oscuridad.)
 
pero en la oscuridad
primero a tientas
con el miedo pegandose a mi piel como mis ropas,
y después con ese acostumbrarse
-sea a la oscuridad o a la desdicha
o a este no saber como nombrarme
al verme en tus ojos,
y como deletrearte fuera de mis sueños-
bailo descalza,
como una condesa cualquiera,
deseando que sepas encontrar mis huellas.
 
 


...y termino siempre por enroscarme como un gato en un sillón, cansada de incertidumbres, mirando cómo amanece sobre los techos de pizarra, a través de todo ese humo que podía caber entre unos ojos y una ventana cerrada y una noche ardorosamente inútil.

 
 
 
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